Las personas que sufren ataques de pánico recurrentes tienen una tendencia a interpretar de forma errónea y catastrófica las sensaciones corporales que experimentan. La interpretación de esas sensaciones producen un aumento de la ansiedad que a su vez aumentan las sensaciones físicas iniciales, generándose así un círculo vicioso que acaba desembocando en el ataque de pánico.
Es importante en toda terapia un componente psicoeducativo en el que podamos explicarle al paciente qué es lo que le está ocurriendo así como ponerle ejemplos de esos círculos viciosos a los que nos referíamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario