jueves, 31 de mayo de 2018

Después de las palabras

Se suele situar en la antigua Grecia el origen de la psicoterapia con el surgimiento del pensamiento racional y la tradición médica y filosófica. Aristóteles distinguía los distintos usos de la palabra, llamando ensalmos a los intentos persuasivos y haciendo alusión a que por medio de ellos el ser humano podía cambiar de condición. Platón también concedía una importancia crucial a las palabras, señalando los efectos que producían sobre la vida anímica, que a su vez repercutía en la parte somática de las personas. Se suele comentar incluso que algunas de sus observaciones sobre las pasiones, sueños y el inconsciente, parecen antecedentes del pensamiento freudiano. Los terapeutas contamos, más allá de técnicas específicas para cada problema, con el recurso de las palabras (también de la escucha y de la proxemia, kinesia y paralingüística) para atender a la persona que está enfrente. Si descuidamos esa parte de “alianza terapéutica”, o como la queramos llamar, es probable que no consigamos nada. Pero también es verdad que si nos enredamos en ella, si llevamos una y otra vez el discurso hacia las palabras más o menos exactas que reflejen lo que siento o dejo de sentir, hacia los síntomas, hacia aquello que viví y que fue tan duro para mí, etc... puede que nos quedemos atrapados en un bucle sin salida. 



Creo que una gran parte de los trastornos mentales se entienden mejor como situaciones en las que uno está, y no como algo dentro de uno. Al final, todo dependerá de la posición que mantengamos en dicha situación, de las acciones (e inacciones) que tomemos. No creo que solamente sea cuestión de hacer por hacer, ni siquiera supuestas “actividades agradables”, ni de rellenar el tiempo para estar ocupado (sin negar los beneficios que en ocasiones podría traer a la persona). Se trata, más bien, de actuar implicándonos en aquello que para nosotros es significativo y valioso, y que hemos ido dejando de lado, muchas veces sin darnos cuenta. Sin ese paso no se suele dejar atrás el estancamiento y el ensimismamiento vital. Aún pudiendo ser la disposición depresiva, ansiosa, obsesiva o delirante algo característico de una determinada persona, quizá en más ocasiones de las que pensamos, la endogenidad no sea tan endógena y autónoma de las circunstancias de esa persona.

viernes, 25 de mayo de 2018

Alcohol y adolescencia

"El alcohol no mata las neuronas, como dice el tópico, pero sí que perjudica el desarrollo de estas sinapsis, las conexiones que se encargan de reforzar funciones como la memoria y el razonamiento lógico".http://www.lavanguardia.com/vivo/20180525/443762760794/alcohol-destruye-cerebro-adolescente.html

lunes, 21 de mayo de 2018

Paradojas

"El 40% de los profesores de Castilla y León estarían de acuerdo con que se limitase el uso del teléfono móvil en los colegios de la comunidad según un estudio del sindicato CESIF. Francia lo comenzará a prohibir en septiembre de este año, pero ¿es adecuado limitar o prohibir el uso de tecnologías? ¿No es paradójico querer limitar estos dispositivos y luego ofrecer las tablets para que nuestro alumnos estudien?"http://cadenaser.com/emisora/2018/05/19/radio_valladolid/1526723396_182690.html


miércoles, 2 de mayo de 2018

Bullying

"La forma bullying como palabra nos está opacando todo lo negativo que hay en voces españolas con maletas muy cargadas: hostigamiento, intimidación, agresión, amenaza, manipulación, maltrato, tortura; acosar como atosigar, fastidiar, perseguir, importunar, agobiar, no dejar en paz... cansar hasta hacer que la víctima se rinda y baje los brazos. Todas esas palabras que parecen incomodarnos se relegan con un anglicismo esterilizado que esconde las connotaciones bajo la alfombra".