jueves, 21 de abril de 2016

¿Residencias de terceira idade ou centros psiquiátricos?

O Movemento Galego Da Saúde Mental está a traballar nunha serie de medidas parlamentarias en relación á paciente que morreu nunha residencia da terceira idade no mes de febreiro. O documento que se nos achegou aos diversos profesionais da saúde mental sinala a falta de medios técnicos e humanos destes centros, pensados para persoas maiores, non para graves pacientes psiquiátricos.

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/amarina/2016/02/21/muere-atragantada-galletas-centro-discapacitados-familia-denuncia-negligencia/0003_201602X21C7991.htm

jueves, 14 de abril de 2016

Agenda antiestrés

Dice la antigua sabiduría china que si queremos enderezar algo, primero debemos aprender cómo retorcerlo aún más. Vivimos rodeados de una estresante oferta de métodos antiestrés: técnicas de relajación, masajes especiales, balnearios, casas rurales, spas, centros de yoga, retiros para meditación, centros zen, mindfulness, viajes balsámicos, cruceros mágicos... Se nos ofrece la evasión mental como remedio paliativo a nuestra forma de vida. Aunque no cabe duda de que algunas de éstas opciones pueden ser útiles en determinados momentos para recuperarnos del cansancio y de la tensión emocional, no siempre solucionan los problemas, es más, pueden llegar a cronificarlos. Una de las claves de los programas de adiestramiento para la resiliencia, que se usan mucho en formación militar, consiste en el enfrentamiento continuo a dificultades y situaciones estresantes con el objetivo de aprender a redimensionar su percepción; lo que en términos de psicología conductista sería “conseguir desensibilizarnos y/o habituarnos a estas situaciones”. No deja de ser algo similar al conocido tratamiento de “inoculación de estrés” de Meichenbaum. El poeta estadounidense Robert Frost lo expresaba aún más certeramente: “si quieres salir, has de pasar por el medio”. Ese “pasar por el medio” no significa el meterse en la boca del lobo de modo autodestructivo, sino poder dedicar de manera voluntaria el espacio y el tiempo necesarios para que las emociones negativas asociadas a los problemas que nos toca enfrentar logren calmarse y se transformen en algo constructivo, y no solamente evitar o huir de todo aquello que nos resulta inicialmente displacentero. 



Hay una imagen que se usa en la filosofía oriental y que a mí me gusta especialmente. Se trata del joven emperador chino Yu el Grande, consiguiendo controlar las terribles riadas e inundaciones del río Amarillo tras excavar profundos agujeros y canales a lo largo de cauce para que fluyeran las aguas en lugar de construir diques y muros protectores alrededor de la ciudad. Sus súbditos, estupefactos, contemplaban que la gran crecida del río no sólo quedaba controlada, sino que también tenía una utilidad, ya que el emperador también mandó construir una serie de molinos que bordeaban los canales llenos de agua y que aprovechaban su energía. Menos mal que Yu aún no tenía a su alcance el moderno catálogo antiestrés...