viernes, 30 de mayo de 2014

Es hora de recapitular...

Agradecido por el trato y la atención que nos han brindado durante estos meses en Radio Obradoiro. Cada quince días hemos colaborado con el programa "Caixón de Sastre" de Olga Vilar, comentando diversos temas de actualidad desde un punto de vista psicológico. También hemos hablado de los problemas que atendemos con más frecuencia en la consulta, incidiendo en sencillas pautas a aplicar para poder solucionarlos. Sobre la mesa han estado presentes los cuadros de ansiedad, la depresión, las diversas adicciones, los problemas de conducta en edad infanto-juvenil, las crisis de pareja, traumas, duelo...




Y nos quedan muchos temas todavía en el tintero... A la vuelta del verano los retomaremos.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Radio y prensa

Hoy miércoles haremos la última colaboración de la temporada con el programa "Caixón de Sastre" de Olga Vilar en Radio Obradoiro. Volveremos en septiembre...

Y además El Correo Gallego nos publica este artículo:
Podéis leerlo entero en nuestro facebook o en la edición digital del periódico.

lunes, 26 de mayo de 2014

Gato encerrado

La ambivalencia, una de las características más denigradas por el sentido común, es en realidad una parte inevitable de nuestra forma de relacionarnos con nosotros mismos, con nuestros actos y con el mundo. Pretender suprimirla es como meter un gato en un saco: morderá, arañará y una vez libre no habrá quien lo maneje.



Pero también podemos optar por domesticarlo y hacernos sus amigos...

jueves, 22 de mayo de 2014

Toma de conciencia

Esa actitud prepotente y altiva no me gusta nada... Me parece que tu nuevo puesto en la empresa te está confundiendo y no eres consciente del juego de roles al que estás jugando... Es bastante conocido, sobre todo a raíz de la película, el experimento que el psicólogo Philip Zimbardo realizó, hace años, con sus estudiantes de Stanford. ¿La has visto? Mejor. Recordarás entonces como los alumnos, progresivamente, se iban comportando como reos y guardias auténticos y a los que se les asignaba este último rol se acababan volviendo tan terriblemente autoritarios que incluso, en el experimento real, se tuvo que suspender la experiencia. Puede que a ti no te diga nada pero a muchos otros nos ha enseñado a reflexionar un poco sobre nuestro comportamiento. Creo que no es difícil ver que todo depende de la situación, de las circunstancias que nos ubican en un rol o en otro, en un grupo o en otro, para que se expliciten actitudes aparentemente contrarias: sumisas o sádicas, antisociales o humanitarias, democráticas o autoritarias, etc. Policías y ladrones, médicos y enfermos, psiquiatras y locos, dirigentes y dirigidos, guardias y presos... Son siempre dos caras de la misma moneda y ambos roles podrían ser asumidos por las mismas personas si la situación lo permitiese. Lo crucial es la toma de conciencia de los mecanismos que nos someten a la esclavitud de nuestra propia psicología. La realidad cotidiana nos enfrenta a diario a situaciones crudas y amargas en las que los roles son asumidos de un modo muy parecido al que describe Zimbardo. Dices que llevas poco tiempo en tu nuevo cargo pero en el mismo experimento se pone de manifiesto como los roles se aprenden y asumen de forma veloz. Además, la presión de determinadas situaciones y las creencias y expectativas de los demás sobre tu nuevo rol te llevarán a comportamientos extremos si no eres consciente del juego...

                                             

En la pieza de teatro “El balcón”, Jean Genet dibuja un cuadro magistral de lo que te estoy diciendo. Llegando al final de la obra, el protagonista dice textualmente: “Mi condición de juez es una emanación de tu condición de ladrona. Bastaría que te negases... pero no te lo aconsejo, negarte a ser lo que eres, lo que tú eres, y, por lo mismo, quién tú eres, y yo dejaría de existir... desaparecería, me evaporaría. Reventaría. Aniquilado. Negado... ¿Y luego?, ¿y luego? Pero tú no te negarás, ¿verdad? Tú no te negarás a ser una ladrona. ¡Esto sería terrible! ¡Criminal! ¡Tú me quitarías mi ser! Dime, mi pequeña, mi amor, ¡tú no te negarás!”

martes, 20 de mayo de 2014

Trastorno de la Tourette

La primera vez que se hace referencia a algo parecido a lo que hoy conocemos como Trastorno de la Tourette es en el Malleus Maleficarum (manual de la Inquisición). Una de las primeras descripciones del cuadro fue realizada por Itard en 1825. Sesenta años después fue descrito por Gilles de la Tourette.


El trastorno se caracteriza por múltiples tics motores y/o vocales. Las manifestaciones son muy variables y cambiantes. Suele aparecer la famosa coprolalia (uso de palabras obscenas), exhibicionismo, conducta autodestructiva, actividad sexual inadecuada, conducta antisocial y un comportamiento obsesivo. Asociados al trastorno suelen ocurrir comportamientos de tipo hiperactivo e impulsivo, dificultades de aprendizaje, agresividad, ansiedad, excesiva autoobservación y humor depresivo.


                                              


Desde modelos psicoanalíticos se entiende como la manifestación observable de un conflicto entre la gratificación de impulsos instintivos y la defensa contra los mismos, y desde modelos conductuales se habla de respuestas condicionadas de evitación que se mantienen mediante reforzadores contingentes


Uno de los modelos más en boga actualmente es de Azrin y Jun, que consideran que los tics son reacciones antes un trauma físico o emocional. El trauma pasa a ser inconsciente y se convierte en un hábito automático que escapa a la conciencia, lo que facilita su mantenimiento.


viernes, 16 de mayo de 2014

Estatismo y cambio

"Estoy un poco preocupada. El otro día en el hospital me pasaron un test de personalidad largísimo y al terminar, y tras analizar las respuestas, me dijeron que yo era una persona introvertida, un poco neurótica, amable (faltaba más, después de estar una hora y pico contestando sin rechistar…), cerrada a nuevas experiencias y poco responsable. Recuerdo algunas preguntas del tipo “¿usted es emocionalmente estable?” o “¿tiende a ser callado?” o “¿se preocupa habitualmente?”… y no sé, lo primero que venía a mi cabeza siempre era “pues depende”. Ahora pienso sobre los adjetivos con los que me han definido y digo, pues será verdad, seré todo eso que dicen."

                       

No estoy de acuerdo con eso..., y creo que tú misma tampoco. Eso que la gente llama personalidad alude a una constelación de imágenes y conceptos que una persona retiene profunda y tenazmente en la mente como representativos de sí misma. Aunque un individuo sea en realidad más semejante a un río que fluye continuamente, nos gusta concebirnos como entidades inmutables. Tendemos a creer que solo tenemos un yo, pero en la práctica poseemos muchos y muy diferentes conceptos e imágenes de nosotros mismos como disponemos de contextos sociales con los que identificarnos. E incluso dentro de un solo contexto no siempre somos consecuentes. Puede ser muy perturbador pensar y obtener pruebas de nuestra propia inconsecuencia pero también es un buen punto de partida para cambiar muchas conductas anquilosadas. No le hagas ni caso a lo que te han dicho. Lo que más me preocupa de utilizar esos test de personalidad es la necesidad que parece haber en la sociedad actual de definir a la gente de forma que sepamos cómo van a actuar en cada momento. El objetivo no debería ser que una persona establezca un yo sólido y previsible. La meta es que ese individuo se torne fluido, flexible, espontáneo… Debemos cambiar el estatismo y la inmovilidad por el proceso y el cambio.

jueves, 15 de mayo de 2014

Zen

Estos días han estado de visita en Santiago de Compostela un grupo de monjes budistas. Me gustó esta frase que leí de uno de ellos: "únicamente hay dos días al año en los que no se puede hacer nada, uno fue ayer y el otro es mañana".


miércoles, 14 de mayo de 2014

Hoy de nuevo en Radio Obradoiro

Como viene siendo habitual desde hace unos meses, hoy miércoles realizaremos nuestra colaboración quincenal con Radio Obradoiro:
http://www.radioobradoiro.com/


lunes, 12 de mayo de 2014

Nuevo artículo para El Correo gallego

HAZ LO QUE HARÍA YO

“Es una terca y punto, no hay otra explicación. Mira que le he contado cantidad de veces mi experiencia y nada, ni caso. Hace siempre lo que le da la gana. Eso me frustra un montón, la verdad... Con cualquiera, pero sobre todo en el caso de Laura. La quiero y la admiro muchísimo, y sé que como siga sin hacerme caso va a terminar con un gran problema. Supongo que ella no se da cuenta de nada porque sino es que no lo entiendo...”

Tendemos a atribuir a los demás nuestras percepciones y convicciones... Y esperamos de ellos nuestras mismas acciones y reacciones... Luego la realidad se encarga de devolvernos a nuestros infiernos particulares... Es habitual que nos hagamos una idea férrea de lo que es “bueno” o “malo” en la vida porque ha demostrado ser beneficioso o perjudicial para nosotros (y para algún otro, en ocasiones), y nos suele costar mucho imaginar otros modelos alternativos de pensar y gestionar el día a día. Frente al comportamiento diferente de los demás, y sobre todo cuando es de alguien en quien hemos depositado mucha confianza, entramos en una considerable crisis. La situación se vuelve trágica cuando hablamos de decisiones importantes o al vernos ante situaciones de gran implicación afectiva. En estos casos, además de la desilusión, no nos suele quedar más remedio que afrontar también los efectos indeseados de las acciones basadas en expectativas equivocadas. Por desgracia, esta manera de comportarnos se extiende a casi todas las esferas de nuestra existencia y suele ser fuente de estados depresivos o de reacciones de rabia y agresividad. Para salir de este bucle es necesario que nos empecemos a plantear una actitud mental más abierta y menos dogmática que intente observar la realidad a través de la mirada de los demás, y no sólo de quien se encuentra más cerca de nosotros. Pero sobre todo, y aunque como digo habitualmente, siempre es más fácil decirlo que hacerlo, tendremos que evitar aferrarnos a la propia perspectiva como si fuese la única y la mejor. La tarea, en efecto, no es fácil. Nuestra mente necesita muy poco para redirigirse de nuevo a esquematizaciones rígidas.

viernes, 9 de mayo de 2014

Trastorno Paranoide de la Personalidad

En 1894, Freud, describió por primera vez el mecanismo defensivo de la proyección. Adolf Meyer introdujo el diagnóstico de carácter paranoide, refiriéndose a aquella persona con incapacidad para adaptar sus creencias a los hechos, tendencia al aislamiento y oposición a los intentos que hacen los demás para corregir sus interpretaciones erróneas de los acontecimientos. Kraepelin en 1921 hace un descripción de las características básicas de este tipo de personalidad que sigue vigente en la actualidad. Esa descripción se materializa en los manuales como una "desconfianza y suspicacia en general desde el comienzo de la vida adulta, de forma que la intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, y que aparecen en diferentes contextos".
Autores como Kretschmer consideraron que se podía diferenciar entre dos tipos de personalidad paranoide; una afirmativa y litigante, y otra sensitiva y "sufriente", en la que predominaría la hipersensibilidad, el rencor y el sentimiento de ser tratado desconsideradamente. Esta última modalidad sería la que acompaña (o más bien antecede) a los episodios depresivos que vemos frecuentemente asociados a este trastorno.


Entre las explicaciones más aceptadas sobre este patrón de comportamiento, están las que sugieren que ciertas experiencias de abandono, rechazo o abuso en la primera infancia son las causantes de este trastorno, al provocar en el niño sentimientos de vulnerabilidad e inferioridad que con el paso del tiempo se intentan compensar mediante el mecanismo de defensa de la proyección... Ese que Freud describió por primera vez en 1894...

miércoles, 7 de mayo de 2014

Sentimientos

Las imágenes que creamos constituyen el determinante clave de las maneras en que queda tergiversada la percepción y se produce el sufrimiento. Todos guardamos un depósito considerable de imágenes propias. Son muchos y muy diferentes los dramas interiores que podemos interpretar ante nuestra visión mental y a cada uno lo acompaña un grupo distinto de emociones y comportamientos. Es probable que muchas terapias no logran efectuar el cambio del sentimiento a la percepción porque permanecen encerradas en un examen de sentimientos como si existieran por sí mismos, olvidando que todos los fenómenos dependen de condiciones y la condición para un sentimiento es generalmente una percepción.


lunes, 5 de mayo de 2014

Lo haré mañana...

Un koan afirma: "la disposición a postergar anula la voluntad y hace medroso al hombre". En efecto, el aplazamiento como forma frecuente de afrontamiento lo que provoca es un debilitamiento de nuestra iniciativa.


El gran psicólogo William James sugería: "si los jóvenes supieran con qué sutileza nos dominan los hábitos, pondrían mucha más atención en su adquisición".

viernes, 2 de mayo de 2014

Eso del sexo...

Aunque el placer sexual está mucho más aceptado que en tiempos de Freud, las inhibiciones en torno a la libertad y la felicidad en la sexualidad no han desaparecido. Tal vez han sido complementadas por una actitud de indulgencia, pero las inhibiciones descritas por Freud persisten. El problema principal suele ser la falta de integración de la sexualidad en la vida de algunas personas. Ven la sexualidad como un “ello”, como algo separado que amenaza el resto de su persona. Recuerdo, en las prácticas de la carrera, haber estudiado el caso de un paciente, educado en el estricto entorno de una familia católica, que acudía a terapia tras varios retiros voluntarios en monasterios, y que insistía permanentemente en el hecho de que él podía dejar el sexo cuando quisiera, que no sentía ningún tipo de impulso al respecto. Por debajo de estas afirmaciones, nos aclaraba el profesor, estaba su deseo de integrar su sexualidad, y sus miedos a que tal integración fuera imposible, ya que “su naturaleza animal le abrumaría si él le diese la oportunidad”. Recuerdo que el paciente relataba sueños en el que la iglesia de su familia era invadida por juerguistas que bailaban, bebían y practicaban sexo en lugares sagrados. También fantaseaba con supuestos encuentros con desconocidas en los que practicaba diversos tipos de dominación con claros tintes sadomasoquistas. Quería mostrar, decía, lo peligroso que podía ser para él, dar rienda suelta a su imaginación erótica.


Paradójicamente, examinar su mundo sexual y meditar sobre él sin ningún tipo de inhibición, fue la única manera de no quedarse atascado allí. Poco a poco, dejó de sentir tanta vergüenza por sus deseos eróticos, éstos tomaron su lugar natural, y fue capaz de seguir adelante con su vida familiar y laboral. Creo que su caso podría ser una lección para muchos grupos religiosos, tanto de Oriente como de Occidente, que ya han tenido que aprender más de una vez. Ignorar el instinto sexual sólo sirve para fortalecerlo, como testifican los escándalos sexuales que han hecho zozobrar a muchos grupos espirituales y a sus líderes. Debemos tener claro que si bien el sexo no puede ser ignorado, es posible ponerlo en su lugar. Y es que la sexualidad sólo es una amenaza cuando no está integrada con normalidad en la vida de una persona.

Nuevo seguro

Reale Seguros se incorpora a las aseguradoras con las que trabajamos a raíz de su acuerdo de colaboración con DKV.


De nuevo en El Correo Gallego

El Correo Gallego nos publica hoy este artículo...