En 1894, Freud, describió por primera vez el mecanismo defensivo de la proyección. Adolf Meyer introdujo el diagnóstico de carácter paranoide, refiriéndose a aquella persona con incapacidad para adaptar sus creencias a los hechos, tendencia al aislamiento y oposición a los intentos que hacen los demás para corregir sus interpretaciones erróneas de los acontecimientos. Kraepelin en 1921 hace un descripción de las características básicas de este tipo de personalidad que sigue vigente en la actualidad. Esa descripción se materializa en los manuales como una "desconfianza y suspicacia en general desde el comienzo de la vida adulta, de forma que la intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, y que aparecen en diferentes contextos".
Autores como Kretschmer consideraron que se podía diferenciar entre dos tipos de personalidad paranoide; una afirmativa y litigante, y otra sensitiva y "sufriente", en la que predominaría la hipersensibilidad, el rencor y el sentimiento de ser tratado desconsideradamente. Esta última modalidad sería la que acompaña (o más bien antecede) a los episodios depresivos que vemos frecuentemente asociados a este trastorno.
Entre las explicaciones más aceptadas sobre este patrón de comportamiento, están las que sugieren que ciertas experiencias de abandono, rechazo o abuso en la primera infancia son las causantes de este trastorno, al provocar en el niño sentimientos de vulnerabilidad e inferioridad que con el paso del tiempo se intentan compensar mediante el mecanismo de defensa de la proyección... Ese que Freud describió por primera vez en 1894...
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