En las terapias de pareja es bastante habitual que las dos partes recurran a la frase "es mi libertad"...
Ojalá puedan llegar a entender que la libertad, a menudo, empieza en la persona que está enfrente y no en uno mismo. Y es que ser libre implica reconocer y asumir que el otro no puede ser perjudicado por el ejercicio de nuestros caprichos, costumbres o perversiones...
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