lunes, 24 de marzo de 2014

Dependencia alcohólica

La CIE 10 considera el síndrome de dependencia alcohólica como una situación caracterizada por una serie de manifestaciones fisiológicas y psicológicas en las que el consumo de alcohol adquiere la máxima prioridad para el sujeto. La manifestación característica de la dependencia es el deseo y la restauración del cuadro tras la repetición del consumo. El diagnóstico sólo debe hacerse si durante algún momento en los doce meses previos o de algún modo continúo han estado presentes por lo menos tres de las siguientes seis características:

1-      Deseo intenso o vivencia de compulsión para consumir la sustancia.

2-      Disminución de la capacidad para controlar el consumo de la sustancia, controlar el comienzo, poder finalizarlo o controlar la cantidad consumida.

3-      Síntomas somáticos de síndrome de abstinencia que ocurre tras la disminución o cese del consumo, que se confirman porque son los característicos del síndrome de abstinencia o porque se consume la sustancia para aliviarlos o evitarlos.

4-      Tolerancia señalada por el aumento en la dosis para alcanzar los mismos efectos.

5-      Abandono progresivo de otras fuentes de placer o diversiones a causa del consumo de la sustancia, aumento del tiempo necesario para obtener o ingerir la sustancia o para recuperarse de sus efectos.

6-      Persistencia en el consumo, a pesar de evidentes consecuencias perjudiciales.


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