lunes, 24 de abril de 2017

Estrés postraumático en guerras

Los estudios que se llevan realizando desde hace tiempo con niños que han estado expuestos a dramáticas situaciones de guerra en sus territorios, nos muestran, una vez más, que sus reacciones dependen más enormemente de estado de los adultos que los rodean. Si cuando se producían los bombardeos, los niños estaban  rodeados de familias serenas (algo obviamente muy complicado pero a veces posible), tendían a no presentar un trastorno de estrés postraumático posterior. Incluso los niños que estaban solos, lejos de sus padres, superaban mejor estas situaciones. El poder tóxico, por decirlo de alguna manera, no reside únicamente en las características de las circunstancias. La manera en que las figuras de apego traducen la catástrofe expresando sus emociones es lo que puede calmar o trastornar al niño.

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