jueves, 2 de noviembre de 2017

Antes de medicar...

PRIMERO PSICOTERAPIA

Es una pena que la medicación compulsiva siga siendo la primera línea de actuación en los trastornos mentales, asumiéndose eso de que únicamente “después, y si fuera necesaria, se prestará ayuda psicológica”. Es obvio que en este contexto, la terapia que brindamos los psicólogos (y algunos psiquiatras) tiene un papel secundario. Y creo que es una pena no por la relegación de nuestro trabajo a algo secundario, sino por el daño que se le está provocando en muchos casos a los pacientes, pues son ya muchos los estudios que prueban que, paradójicamente, es la medicación psiquiátrica uno de los factores más claramente relacionados con el creciente empeoramiento de la salud mental poblacional, y digo paradójicamente, porque se supone y se dice que cada vez disponemos de mejor y más afinada medicación.

Existe también esa fórmula que parece que intenta contentar a todos y que es la combinación simultánea de ambos tratamientos (farmacológico y psicológico), pero el problema de nuevo reside en que no está demostrada su utilidad. La realidad es que el estado medicado (a menudo sinónimo de drogado aunque pueda parecer ofensivo) impide, en muchas ocasiones, llevar a cabo terapias psicológicas efectivas por motivos más que evidentes. Además, la manera de cifrar la mejoría de un paciente, es muy diferente según atendamos a los criterios de un tipo u otro de terapia: la farmacología busca por encima de todo la reducción de síntomas mientras que la psicología suele apostar más bien por entenderlos, encontrar su origen y si no es posible su desaparición, buscar un cambio en la relación con ellos. Otra consideración relevante es que es frecuente observar que una terapia psicológica en el contexto de estar tomando medicación para lo mismo, muchas veces no es tomada en serio, viéndose como una especie de charla paternalista y poco más. Incluso si es el propio psiquiatra el que administra ambos tratamientos (psicoterapia y medicación), no parece confiar en ellos por igual...


La manera más honesta y la que se debería potenciar a día de hoy desde todos los servicios de salud (públicos y privados), teniendo presentes la gran cantidad de estudios e investigaciones al respecto, es la de ofrecer terapia psicológica como primer abordaje para los llamados problemas mentales, sin descartar la medicación, “si fuera necesaria o conveniente”, pero en todo caso después de comprobar los efectos de varias sesiones de psicoterapia.

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