“Mi hijo se inventaba motivos para no ir al colegio. Un día le dolía una mano, otro la cabeza, y se pillaba unos cabreos enormes cuando el médico le decía que estaba estupendamente y que podía ir a clase”. Nunca les contó a sus padres que tuviera problemas. “Él lo tapaba. Puede que por miedo o por vergüenza”. Finalmente, le fue diagnosticado un trastorno ansioso depresivo. Tras la llamada que recibió, Guadalupe Cabanillas habló con los profesores. “Esa llamada me abrió los ojos. De no haberse producido no sé si ahora tendría hijo”.http://politica.elpais.com/politica/2017/04/27/actualidad/1493303379_579589.html
martes, 2 de mayo de 2017
Contra el Acoso Escolar
El acoso escolar está cada vez más presente en los centros educativos de nuestro país o, por lo menos, el eco que cada caso produce en los medios hace que cada vez los ciudadanos seamos más conscientes de una lacra que, en los casos más graves, incluso puede llevar a la muerte del menor. El bullying, que afecta al 4% del alumnado, debe ser erradicado, una reflexión a recalcar este martes 2 de mayo, Día contra el Acoso Escolar. Para prevenir y luchar contra al acoso se han planteado muchas estrategias que implican al menor, la familia y los centros educativos, desde el punto de vista de la psicología, la pedagogía y el jurídico, entre otros sectores
“Mi hijo se inventaba motivos para no ir al colegio. Un día le dolía una mano, otro la cabeza, y se pillaba unos cabreos enormes cuando el médico le decía que estaba estupendamente y que podía ir a clase”. Nunca les contó a sus padres que tuviera problemas. “Él lo tapaba. Puede que por miedo o por vergüenza”. Finalmente, le fue diagnosticado un trastorno ansioso depresivo. Tras la llamada que recibió, Guadalupe Cabanillas habló con los profesores. “Esa llamada me abrió los ojos. De no haberse producido no sé si ahora tendría hijo”.http://politica.elpais.com/politica/2017/04/27/actualidad/1493303379_579589.html
“Mi hijo se inventaba motivos para no ir al colegio. Un día le dolía una mano, otro la cabeza, y se pillaba unos cabreos enormes cuando el médico le decía que estaba estupendamente y que podía ir a clase”. Nunca les contó a sus padres que tuviera problemas. “Él lo tapaba. Puede que por miedo o por vergüenza”. Finalmente, le fue diagnosticado un trastorno ansioso depresivo. Tras la llamada que recibió, Guadalupe Cabanillas habló con los profesores. “Esa llamada me abrió los ojos. De no haberse producido no sé si ahora tendría hijo”.http://politica.elpais.com/politica/2017/04/27/actualidad/1493303379_579589.html
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