lunes, 23 de septiembre de 2013

Piensa un poco

"¿Cómo podía saber yo que la cosa iba a terminar así? Me lo pintaron tan bonito que no lo dudé ni un instante. Si me aseguraban que no había riesgo de ningún tipo, que eran todo ventajas, que el éxito estaba garantizado... Me hubiera sentido un tonto si hubiera dicho que no. Y además, claro, si no firmaba en ese momento, la promoción se acababa..."

Decía Newton que si en sus investigaciones había logrado mayores éxitos que otras personas, se debía menos a una capacidad intelectual superior que al hábito de una reflexión paciente. Conviene recordarlo y tenerlo muy presente en estos tiempos en que se nos invita constantemente a elegir "ya", "dese prisa", "no lo piense más"... y más en un momento de saturación de información que, paradójicamente, en muchos casos, invita a "no querer saber". Posiblemente, uno de los grandes objetivos de los centros educativos a día de hoy debería ser el enseñar a seleccionar información entre toda la maraña de datos que nos rodea, aprendiendo también a controlar todas esas señales que nos piden a gritos una reacción rápida e impulsiva. El paso siguiente nos tendría que llevar a que los alumnos desarrollen una habilidad de pensamiento que les conduzca a un proceso de reflexión adecuado. Una decisión importante debe llegar después de reunir cuidadosamente la información, de comprobar su veracidad, de emplear la imaginación controlada para deducir las inferencias de la misma y después de sopesar las consecuencias probables de cada una de las posibilidades. Cuando decidimos de un modo impulsivo, basándonos en manipulaciones, rumores o incluso en el consejo injustificado de los demás, acabamos lamentándolo.

El aprendizaje de estas habilidades no debería estar circunscrito únicamente a los años escolares. A todo el mundo, tenga la edad que tenga, se le puede enseñar a seleccionar la información y a pensar mejor. Se puede enseñar a distinguir los términos cruciales y a entender su significado, a apreciar hasta qué punto es veraz la información y cómo se ha deducido, a evitar la reflexión precipitada, a buscar los supuestos escondidos en los argumentos...

Tendrían que promoverse más cursos, acciones y programas de este tipo... Sentido común (tan poco común).

No hay comentarios:

Publicar un comentario